05 Ago ¿Cómo saber si el ánodo de magnesio debe ser reemplazado?
Los ánodos de magnesio se encargan de recibir daños para que las piezas metálicas de dispositivos como calderas o depósitos de calentadores de agua se mantengan intactas. En otras palabras: sirve para proteger el termo de la corrosión, razón por la que también se denominan ánodos de sacrificio.
Pero cuando dejan de cumplir su función, deben ser extraídos. ¿Cómo saber si ha llegado el momento de reemplazarlos? En las siguientes líneas detallamos la respuesta.
Revisa tus ánodos de sacrificio
Los ánodos de magnesio garantizan el correcto funcionamiento y eficiencia energética de una caldera o calentador térmico. No obstante, para asegurarnos de que su función protectora permanece intacta, hemos de revisar su estado. Tengamos en cuenta que los ánodos de sacrificio están sometidos a la potente corrosión de la cal, de modo que deben reemplazarse pasados de uno a tres años. Este tramo temporal será más o menos largo dependiendo de la zona geográfica donde se instalen, el grado de dureza del agua, etc.
¿Cómo comprobar si el ánodo de magnesio está corroído?
Aunque lo más recomendable es acudir a especialistas para saber si conviene sustituirlos, existen ciertas vías para comprobar por nosotros mismos el estado de los ánodos de magnesio de nuestra caldera. Son las siguientes.
Observar el ánodo directamente
Para acceder al ánodo del termo, lo primero que tenemos que hacer es desconectar el suministro de red eléctrica y cortar la entrada del agua.
A continuación vaciamos el termo hasta la altura del ánodo, lo desatornillamos y limpiamos el área. Así, podremos observar directamente el estado de la superficie del ánodo y, en su caso, sustituirlo.
Utilizar un polímetro
En este caso, para conocer el estado de los ánodos de magnesio nos valdremos de un polímetro convencional. Este dispositivo es un instrumento eléctrico portátil que puede medir directamente magnitudes eléctricas activas, como corrientes y potenciales, o pasivas, como resistencias, capacidades, etc.
Uno de sus contactos se coloca sobre el borde de conexión del ánodo; el otro, en el depósito metálico. Si el display del dispositivo muestra algún valor, significa que el ánodo sigue funcionando. Eso sí, no sabremos en qué estado se encuentra. En cambio, si el display no muestra ningún valor, puede que haya llegado el momento de reemplazarlo.
En definitiva, la fórmula más fiable para saber en qué estado se encuentra el ánodo de magnesio es la observación directa.
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