21 Ene Micromotor eléctrico o neumático: ¿cuál es mejor?
Los micromotores eléctricos y neumáticos son dispositivos utilizados para dar movimiento a objetos de pequeño tamaño, resultando imprescindibles en la industria de la juguetería, del automóvil o de los electrodomésticos, pero cobran especial importancia en los procedimientos dentales.
Concretamente, para tratar tejidos bucodentales semiduros, se utilizan dispositivos de alta precisión que van unidos a las mangueras del equipo y disponen de un sistema de conexión variable. Pero, ¿qué micromotor es el más adecuado dentro del sector dental?
Micromotores eléctricos y neumáticos: un mismo objetivo
Tanto los micromotores eléctricos como los neumáticos (o de aire) transmiten su giro a la fresa de forma indirecta, pues necesitan un intermediario que se acople a él.
El rango de revoluciones de los diferentes instrumentos abarca desde las 1500 hasta 200.000 revoluciones por minuto para las preparaciones.
En cuanto a sus accionamientos, según el tipo de aplicación, se van a utilizar unos instrumentos rotatorios u otros. La velocidad óptima para la aplicación puede alcanzarse mediante los diferentes contra-ángulos, piezas de mano y turbinas.
Con ambos instrumentos, la potencia de abrasión es máxima y el calor por rozamiento generado es el mínimo posible, protegiendo tanto el dispositivo como el diente.
Ventajas de los motores eléctricos para el sector dental
No es casualidad que el 80% de los dentistas se decanten por los micromotores eléctricos, pues presentan una eficiencia de corte muy superior y, además, son mucho más silenciosos que los micromotores neumáticos.
En cuanto a la conexión, los micromotores eléctricos se diferencian de los de aire en que estos últimos se conectan a la misma manguera que la turbina y la potencia se regula de forma progresiva. En cambio, los eléctricos necesitan de una manguera especial específica en función de la marca y modelo y el dentista puede configurar los parámetros en función de las necesidades requeridas por el tratamiento odontológico que esté aplicando en este momento.
Y si bien es cierto que los micromotores neumáticos tienen una gran vida útil y una extraordinaria fuerza de arrastre, los eléctricos permiten al usuario controlar con exactitud tanto la velocidad como el torque.
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