Alarga la vida de tu termo eléctrico

Alarga la vida de tu termo eléctrico

¿Has oído hablar de los ánodos de protección catódica? Esta solución, que forma parte de las piezas que componen cualquier termo eléctrico, es una garantía más para que en casa nunca te falta agua caliente. En este punto, mantener el aparato en condiciones óptimas es clave. Pero, ¿cómo alargar la vida útil de tu termo?  

Termo eléctrico: una alternativa cada vez más extendida

Cada vez son más los usuarios que se decantan por el termo eléctrico para disfrutar de agua caliente en sus hogares. Y es que su tecnología proporciona numerosas ventajas: no necesita caudal mínimo para funcionar, es fácil de instalar y la temperatura del agua se mantiene constante. Además, a diferencia de los calentadores a gas, con el termo eléctrico el agua sale caliente de inmediato, así que también es una solución ecológica con la que evitamos desperdiciar litros diarios mientras esperamos que el agua alcance la temperatura deseada. 

Mantenimiento: la mejor garantía

Para alargar la vida útil de tu termo eléctrico y evitar incidencias, limpiarlo regularmente, alejar el aparato de humedades que puedan dañar la electricidad o la sustitución de ciertas piezas son algunos de los requisitos que debes poner en marcha.  En este sentido, los ánodos de protección catódica o de magnesio juegan un papel fundamental. Pero, ¿qué funciones cumplen? ¿Cada cuánto tiempo deben cambiarse? 

Los ánodos y el termo: un binomio inseparable

Los ánodos de magnesio sirven para proteger el termo de la corrosión, atrayendo la cal y evitando el desgaste de las piezas metálicas que componen el calderín. No olvidemos que no hay un elemento más corrosivo para el metal que el agua y la humedad.  

En cuanto a su sustitución, el recambio dependerá de la calidad de tu termo, ya sea horizontal o vertical. Es decir, que cuanto mejor sea el aparato, mayor será el intervalo de tiempo para el recambio. 

Tengamos en cuenta que los ánodos de protección catódica (también llamados ánodos de sacrificio, puesto que se sacrifican para alargar la vida del termo), están sometidos a la corrosión. Por tanto, deben sustituirse anualmente o cada 3 años. En este punto, la vida del ánodo dependerá no solo de la calidad del termo, sino de la zona donde residas o la dureza del agua.


En Arkale Técnico Comercial nos avala una amplia trayectoria en el suministro de componentes industriales específicos, como los ánodos de protección catódica, para todo tipo de proyectos, ya sea a nivel doméstico o industrial.

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