Acumuladores de ACS, ¿cómo se protegen?

ánodos de protección catódica

Acumuladores de ACS, ¿cómo se protegen?

En otras entradas hemos detallado cómo funcionan los ánodos de protección catódica para proteger sistemas como los calentadores de agua unifamiliares. También hemos hablado de la protección galvánica de cascos de hélices, buques y demás estructuras marítimas en permanente contacto con el agua. No obstante, en esta ocasión nos centramos en la protección catódica de otros sistemas que están adquiriendo gran relevancia en la actualidad, especialmente para grandes instalaciones: los acumuladores de agua caliente sanitaria (ACS) mayores de 750 litros. 

Funcionamiento de los acumuladores de ACS

Los acumuladores de agua caliente sanitaria (ACS) están diseñados con un depósito  para almacenar el agua a alta temperatura con aislante térmico. Este tipo de sistemas se están imponiendo como solución para la obtención de agua caliente, especialmente en grandes instalaciones que, en muchos casos, funcionan con energía solar térmica. Y aunque tradicionalmente los acumuladores de ACS de acero siempre han contado con un revestimiento interior, actualmente, la mayoría incorpora un sistema de protección catódica

¿Cómo conseguir una protección eficaz para estos sistemas?

Como sucede con otras estructuras metálicas fabricadas en hierro, acero galvanizado, cobre o titanio, la protección catódica de los acumuladores de ACS requiere una serie de exigencias técnicas. Estas vienen recogidas en la norma UNE-EN 12499 «Protección catódica interna». 

A grandes rasgos, para que la protección catódica de estos sistemas sea eficaz, es necesario: 

  • Lograr una buena distribución de corriente. Esto se consigue evitando “apantallamientos” (Sombras).
  • La adaptación de la geometría del intercambiador de calor a unos requerimientos determinados. No obstante este caso es cada vez más aislado. Ahora se opta por depósitos vacíos con intercambiadores exteriores para facilitar las operaciones de limpieza. 
  • Que ciertos elementos de la estructura como los manguitos de entrada y salida no superen su longitud por 1.5 veces su diámetro. Es decir, que deben ser cortos. 
  • Instalar un purgador automático de gases fiable a fin de eliminar correctamente los gases producidos.  
  • Una boca de entrada que facilite el montaje de los ánodos de protección catódica en su interior, pero también las inspecciones periódicas del mismo. 

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